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Love Talk como bálsamo al Fat Talk y la Insatisfacción corporal.

Las palabras importan, impactan y revelan lo que hay en el interior. Es por esto, que es beneficioso ser conscientes de la conversación que tenemos con otros acerca de peso, hábitos alimenticios y de ejercicio. Buscar ser más cuidadosos con las palabras que empleamos; esto incluye nuestro diálogo interno y pensamiento diarios. Las palabras pueden ser usadas para dañar o para edificar, para promover insatisfacción corporal o por lo contrario para acabar con ella.

Numerosos estudios han postulado que la insatisfacción corporal se puede atribuir a las creencias sociales sobre la delgadez. Los individuos desarrollan insatisfacción con su propia apariencia a medida que interiorizan el “ideal de delgadez” de la sociedad en general. La internalización del ideal de delgadez se ve reforzada por la exposición a imágenes idealizadas de cuerpos femeninos a través de diversos mensajes mediáticos, pero hay algo que descartamos y es que también se refuerza por las mismas pláticas que tenemos.

¿De qué pláticas hablamos? Del famoso “Fat Talk”, término en inglés acuñado en 1990, que se refiere a conversaciones cotidianas que se caracterizan por ser negativas y despectivas sobre el peso, comportamiento, ejercicio, alimentos, miedo al sobrepeso, comparaciones de apariencia o estrategias para cambiarla que están tan interiorizadas en nosotros al mismo tiempo que normalizadas en la sociedad. El fat talk tiene como consecuencia conductas alimentarias desordenadas, además de afectar la salud psicológica y conductual, por ello, en Fundación Apta estamos comprometidos a generar un cambio de conversación desde los círculos más internos hasta los más externos.

Es importante aprender a observar y escuchar con detenimiento cuando estamos siendo partícipes del Fat Talk. Algunos ejemplos pueden ser: “¿Te vas a comer todo eso?”, “¡Quisiera estar tan delgada como tú!”, “¡Yo odio mis muslos!”, “¿Esto me hace ver gorda?”. Hacer conciencia de la conversación con los demás y conmigo mismo(a), es el primer paso para detener el Fat Talk. Transforma tu diálogo interno y observa qué pensamientos y creencias siguen siendo parte de tu vida.

Cuando aprendemos a identificar el “Fat talk” en nuestras conversaciones habituales será mucho más fácil hacerles frente. Cada palabra importa; nuestras palabras deben ser usadas para amar y no para destruir. Teniendo esto en mente, aprendamos a ser tardos para hablar y busquemos oportunidades de hablar con bondad y amabilidad.

Es válido proteger nuestro ambiente y crear un espacio seguro para la relación con tu cuerpo, así que puedes explicarle a tus amigos, amigas, familiares o conocidos por qué no es bueno generar criticas acerca del físico o ideal de belleza, el objetivo no es pelear, sino motivarnos unos a otros y acabar con la insatisfacción corporal. Muchas veces nuestras palabras se usan como espadas para atacar a otros, y si te ofendes por mis palabras, pues es tu problema. La lengua es poderosa. Con ella es fácil dañar, pero tan difícil es sanar las heridas que las palabras pueden causar. Sin duda, debemos ser cuidadosos con nuestras palabras.

Creemos que el “Love Talk” es un bálsamo al “Fat Talk” y la insatisfacción corporal. Cuando empleamos el término “Love Talk” nos referimos a que nuestras palabras deben ser usadas para ayudar, sanar, enseñar y edificar. No se trata solamente de cuidar nuestras palabras, sino también de examinar nuestro corazón. Todo depende de con qué se está llenando el corazón, de lo que abunda en él, es de lo que habla la boca. El corazón criticón produce una lengua que critica. El corazón que se cree justo por sí mismo produce una lengua que juzga. Pero el corazón que ama produce una lengua sincera, amable, reconciliadora y llena de ánimo.

Antes de hablar debemos preguntarnos, ¿lo que voy a decir va a beneficiar a los demás? ¿Pueden estas palabras causar daño? Incluso cuando hablas de tu propio cuerpo de manera despectiva, sigues generando un ambiente de insatisfacción corporal y promoviendo o aceptando el ideal de delgadez en tu vida.

Las mujeres somos constantemente bombardeadas por mensajes torcidos. Hemos creído mentiras que nos tienen cautivas, y sin darnos cuenta fácilmente nos encontramos involucradas en comportamientos diseñados para producir una aproximación a estos ideales. Escoge no ser parte de esto, no compres los ideales socialmente definidos de atractivo y empieza a cambiar la conversación.

Renueva tu pensamiento de lo que significa “cuerpo saludable” y de lo que es la “figura ideal”. El cuerpo saludable es la forma que toma tu cuerpo, cuando estás haciendo las cosas necesarias para obtener salud física, mental, y calidad de vida. En cambio, el objetivo de la figura ideal es lograr una delgadez que no es realista ni saludable.

Empieza practicando con las personas más cercanas a ti formas de desalentar la búsqueda de la figura ideal. Evalúa cuáles son tus debilidades, y por qué. ¿Has pensado en algunas maneras en las que tú u otras personas promueven la figura ideal aun inconscientemente? Cambia la conversación ¿Cómo podrías responder a estos comentarios, de manera que resaltará que no estás de acuerdo con la figura ideal y que piensas que este tipo de comentarios son poco sanos?

Puedes contestar a estas preguntas señalando el costo de perseguir la “figura ideal”, o simplemente cambiando el enfoque de la conversación a otro que no sea peso, hábitos alimenticios y de ejercicio, comparaciones de apariencia etc. Haz un plan para poder enfrentar estas situaciones en el futuro y busca el tipo de respuesta que no hiera y que no dañe a tu entorno ni a ti mismo(a).

Cambiemos el Fat Talk por el Love Talk.

Hoy, haz de tu boca una fuente de vida.

 

Fundación APTA

P.L.N Nathalia López Buerón