La ingestión de alimentos tiene procesos sensoriales y neuroendocrinos precisos, es decir, se regula por neuronas y hormonas que controlan el hambre y la saciedad, por ejemplo, la ghrelina, una hormona que se sintetiza en el estómago y viaja al hipotálamo activando otras neuronas como el neuropéptido, siendo este el responsable de estimular el apetito. …
![](http://fundacionapta.org/wp-content/uploads/2022/09/imagen_2022-09-29_154747803-260x200.png)