Más de un millón de casos de anorexia en México en los últimos diez años
En México, debido a que somos el país número uno en obesidad infantil y adulta, los jóvenes están cada vez más expuestos a una influencia cultural anti-obesidad por los medios masivos de comunicación.
La Secretaría de Salud ha abordado el tema del sobrepeso, prohibiendo los refrescos y los alimentos chatarra en las escuelas. Sin embargo, aunque es real que la obesidad es dañina para la salud, falta información profesional sobre el tema de los trastornos de la conducta alimentaria para llegar a un punto medio y evitar transmitir la glorificación por la esbeltez por encima de la salud.
México, en los últimos años ha evolucionado culturalmente sobre todo, en los distintos roles de la mujer. Hoy en día, existe la necesidad de que se incorpore al mundo laboral sin dejar de llevar a cabo el rol de esposa y de madre provocando muchas veces la sobre exigencia y el perfeccionismo que en ocasiones conlleva a trastornos de la conducta alimentaria. Situación que genera confusión entre adolescentes y jóvenes, colocándolos en una posición de inseguridad y confusión.
Desde el punto de vista psicoanalítico, “Desde las primeras etapas de la vida, el cuerpo y la comida se convierten en símbolos a través de los cuales se descargan emociones, tales como depresión, ansiedad, tensión o agresividad; pero también de amor, calidez, atención, cariño, etc.
El desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria, tal como los conocemos en la actualidad, es multifactorial; es decir, responden a una combinación de diversas causas, entre las que destacan los aspectos individuales, familiares y socioculturales.
Los trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa reclaman cada día más atención. Lo más llamativo del cuadro es que, en determinadas circunstancias puede conducir la muerte.