En un tranquilo pueblo rodeado de colinas, florecía una flor cuya belleza y fragancia eran la envidia de todas las demás. Inspiradas por su esplendor, las demás flores del jardín anhelaban ser como ella, esforzándose por emular su color y forma día tras día. Sin embargo, conforme pasaban las estaciones, la flor deseada cambiaba su aspecto, adaptándose a los caprichos del clima y del tiempo.Las otras flores, desilusionadas, veían cómo sus pétalos se marchitaban al darse cuenta de que, una vez que lograban imitar a la flor deseada, está ya había cambiado su apariencia, y otra flor se había convertido en la nueva tendencia del jardín. Fue entonces cuando las flores más sabias del jardín les recordaron que la verdadera belleza no reside en tratar de ser como los demás, sino en florecer en su propia esencia y celebrar su singularidad. Pues las modas cambian con el tiempo, pero la autenticidad perdura para siempre, como un hermoso y eterno jardín de flores únicas y radiantes.Los estereotipos de belleza actúan como un molde inconstante, impulsado únicamente por los intereses de la industria de la moda, la dieta y la belleza, que JAMÁS ha considerado tu bienestar integral. ¿Quiero seguir buscando encajar en un molde del que yo no me beneficio?
FUNDACIÓN APTA
L.N. Nathalia López Buerón