Posicionamiento ante la crisis generada por el COVID-19.
Coordinadora de casos clínicos: Psicoanalista María Salamanca.
Una crisis siempre implica cambios, sobre todo si es inesperado como el reciente coronavirus presentado brusca y repentinamente en nuestras vidas. Una serie de cambios que ponen a prueba nuestras herramientas emocionales -en mucha ocasiones insuficientes-, para enfrentar las exigencias en una situación extrema, surgiendo un sentimiento de ansiedad difícil de sobrellevar.
En Fundación APTA, estamos conscientes de que los Trastornos de la Conducta Alimentaria ejercen un estrés constante en los pacientes que los padecen, poniéndolos en un estado emocional vulnerable y sensibilizándolos en extremo, sobre todo en situaciones de angustia que en muchas ocasiones se ve desbordada. La sintomatología propia de dichos trastornos implica fenómenos de despersonalización que fomentan estados de ansiedad que amenazan la estabilidad de los pacientes y sus familias.
Es por esto, que durante la contingencia generada por el COVID-19, nuestra fundación ha respondido ofreciendo alternativas de atención y contención a nuestros pacientes y familiares que se encuentran vulnerables ante la incertidumbre que esta emergencia representa.
Factores tales como quedarse en casa pueden acrecentar la sintomatología en estos pacientes: los cambios de rutina, exacerbación de convivencia pueden provocar efectos nocivos en la dinámica familiar, sobre exposición a la comida, poca convivencia o interacción con redes de apoyo, ausentarse a eventos sociales previstos y preocupación ante las invasión de noticias fatalistas provocan pensamientos exagerados y pegajosos sobre la imagen o el peso corporal, aunado a factores que en cada caso particular pueden afectar al paciente.
Como acción inmediata nuestros especialistas ofrecieron a los pacientes continuar sus tratamientos en línea. También elaboramos un Manual de Contención para Pacientes con TCA y Familiares como una herramienta psicoeducativa disponible para todo público, con la intención de orientar a cuidadores y ayudar tanto a pacientes en tratamiento como a aquellos que esperan comenzar el tratamiento al terminar la contingencia. Por otro lado, contamos con especialistas capacitados para brindar intervención en crisis telefónica a aquellas personas que llamen para pedir informes y que manifiesten un estado extremo de angustia, o bien, aquellos que manifiesten preocupación por su integridad física y emocional. Todas las labores de la fundación que se pueden realizar a distancia continúan operando de manera normal aprovechando la tecnología y poniéndola al servicio de la salud mental y emocional de nuestra población durante esta contingencia.
Asimismo, hemos publicado en redes sociales artículos y comentarios que les pueden ser de gran utilidad para comprender los fenómenos que estamos viviendo ante los cambios que las dinámicas familiares que, con sus pros y sus contras presentan dificultades ante el encierro en casa.
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